La violencia hacia las mujeres es un problema sociocultural que afecta a nuestra sociedad, no hay diferencia de clase social, de religión, ni de nivel sociocultural. Su impacto no solo se refleja en las mujeres que son víctimas, también en las familias y comunidades.
La lucha contra la violencia hacia las mujeres requiere de un esfuerzo colectivo, una responsabilidad compartida que va más allá de los entes gubernamentales y las organizaciones sociales. Es crucial la participación activa de la ciudadanía, cuya influencia puede ser determinante en la erradicación de este flagelo.
Por ello desde el Ministerio de la Mujer apostamos fuerte a la concienciación, poniendo a disposición charlas de sensibilización gratuitas, denominada “Todos los meses son Noviembre”, que la ciudadanía puede solicitar por correo electrónico en: secretariageneral@mujer.gov.py, desde el área encargada, el personal se pondrá en contacto al recibir el pedido. Se hace hincapié en que todos los meses ocurren hechos de violencia, no solo en noviembre, por la recordación del día internacional que todos los años se realiza en ese mes.
El Ministerio de la Mujer es una institución que se encarga de establecer, administrar y gestionar políticas públicas para velar por los derechos de las mujeres en nuestro país. Impulsamos planes de acción para promover la igualdad de oportunidades y la equidad entre mujeres y hombres. Trabajamos coordinadamente con diferentes instituciones para resguardar las leyes que garantizan el cumplimiento de los derechos de las mujeres.
Colaboramos en el enlace necesario, direccionando a las víctimas para que las instituciones involucradas, les brinden una atención integral, cada una en su rol, los hechos de violencia contra la mujer deben denunciarse en la Policía Nacional, la Fiscalía, el Ministerio de la Defensa o los Juzgados de Paz, que son los encargados de asistir a las mujeres que son víctimas.
Toda denuncia formal se debe hacer de forma presencial, puede ser realizada por: la persona afectada, cualquier persona que tenga conocimiento del hecho esté o no relacionada con la víctima, el funcionariado público de los centros asistenciales, sociales, educativos y de salud que tengan conocimiento del hecho.
La ciudadanía puede hacer la diferencia en diferentes sentidos, en primer lugar, a través de la educación e información, es vital que cada ciudadano conozca y comprenda la gravedad de la violencia, sus causas, consecuencias y las leyes que la sancionan. Una ciudadanía informada puede prevenir, detectar y denunciar casos de violencia.
Además, la ciudadanía tiene el poder de cambiar patrones culturales y sociales que perpetúan la violencia hacia las mujeres. A través de la reflexión, el diálogo y la acción, es momento de cambiar las malas conductas y de promover las relaciones con respeto, solo rechazando todo tipo de violencia vamos a generar los cambios necesarios, puede ser ese agente de cambio, para promover una sociedad más justa y segura para todas las mujeres. No podemos permitir que ninguna mujer más sufra en silencio, es hora de involucrarse, de ser parte de la solución.
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