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Noticia de archivo: 07 de agosto de 2014
La ministra de la Mujer, Ana Maria Baiardi, junto a la Viceministra de Igualdad y no Discriminación, Claudia García y funcionarias de la Institución, participaron anoche de la apertura del Seminario Internacional “Paridad política: avances regionales y perspectivas en Paraguay”, organizado por ONU Mujeres, el Centro de Documentación y Estudios (CDE), Decidamos y Fondos Flow. La actividad se extiende en la fecha, a partir de las 14:30 horas en el Crowne Plaza Hotel, donde la titular del MinMujer moderará el panel sobre "La paridad en América Latina y el Caribe de habla hispana".
En los últimos 20 años se ha experimentado un aumento significativo en la participación y representación política de las mujeres en América Latina, mediante su acceso a puestos de decisión y la inclusión de temas de interés de las mujeres en la agenda pública. Esto ha coincidido en muchos casos con los procesos de transición democrática y de ampliación de la ciudadanía, luego de las décadas de experiencias autoritarias en la región.
Desde los años noventa varios países han incorporado cuotas de participación de mujeres en sus marcos normativos, como disposiciones constitucionales o en las leyes electorales, en tanto mecanismos transitorios de acción positiva para garantizar el acceso de más mujeres a puestos de elección popular. Los resultados fueron diversos, influyendo en ello una combinación de factores como la inclusión de los mandatos de posición que garantizan la ubicación de mujeres en lugares elegibles, el establecimiento de sanciones frente a su incumplimiento por parte de los partidos, como también su articulación con los sistemas electorales. El apoyo de la opinión pública, de las élites políticas y de los movimientos de mujeres también fueron determinantes.
A partir del año 2000 se abre en la región el debate sobre la igualdad sustantiva y la paridad democrática. Los Consensos de Quito (2007) y de Brasilia (2010), adoptados en el seno de las Conferencias Regionales sobre la Mujer de América Latina y el Caribe, han instalado la idea de la paridad democrática como un derecho que sustenta la igualdad entre hombres y mujeres y a la vez como un objetivo de las democracias latinoamericanas y caribeñas. La paridad no es una medida temporal como las cuotas, es una medida definitiva que reformula la concepción del poder político, redefiniéndolo como un espacio a ser compartido igualitariamente entre hombres y mujeres, por lo que incide en la propia concepción de democracia y va más allá de la oferta electoral. La paridad es pues un elemento estructural de la representación política democrática.
Al día de hoy son 10 los países que superan el 40% de mujeres en su Parlamento en el mundo, entre los cuales 3 son de la región: Cuba, Nicaragua y Ecuador. En América Latina y el Caribe hispánico, 7 países establecieron la paridad.
LA SITUACIÓN EN PARAGUAY
En 1996, se incorpora en el Código Electoral una cuota de mujeres del 20% para las primarias de los partidos (con una distribución de 5/1). Tras este cambio en la legislación, empieza en 1998 un proceso sostenido de avance, aunque a un ritmo todavía lento. Si en esa fecha había apenas un 8% de mujeres titulares en el Parlamento Nacional (ambas cámaras combinadas), hoy representan un 16,8 %: aún por debajo de la cuota establecida por el Código Electoral.
Los números muestran un avance de unos tres puntos porcentuales por periodo electoral, lo cual constituye una mejoría notable, pero dejando a Paraguay lejos todavía de una paridad efectiva y muy por debajo de la media regional (24,96% en la actualidad). A nivel de gobernaciones, en las elecciones de 2013, de 17 departamentos del país, en solo uno resultó electa una mujer como gobernadora (Alto Paraguay).