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La Ministra de la Mujer, Nilda Romero Santacruz, disertó esta mañana en el evento denominado "Las otras barreras: desafíos del comercio internacional para la autonomía de las mujeres", realizado de manera virtual en el marco de la XVI Reunión de Ministras y Altas Autoridades de la Mujer del Mercosur – RMAAM, con presidencia pro tempore de Uruguay.
En la ocasión, la Ministra expuso sobre las principales acciones del Ministerio de la Mujer en favor de las mujeres, en el contexto de pandemia COVID-19 y señaló que la gestión se sostiene principalmente con el uso de tics, lo que ha permitido, a pesar del aislamiento, mantenerse conectadas.
Romero, manifestó estar segura de que el evento sobre “Las otras barreras: desafíos del comercio internacional para la autonomía económica de las mujeres” fortalecerá el rol de la RMAAM en el interés del bloque de incentivar el comercio inclusivo entre los países del MERCOSUR.
“En este contexto, son propicias las condiciones que ofrece la Declaración Conjunta sobre Comercio y el Empoderamiento Económico de las Mujeres en ocasión de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio en Buenos Aires (2017), reconociendo que las políticas de comercio inclusivas pueden contribuir a avanzar la igualdad de género y el empoderamiento económico de las mujeres, lo cual tiene un impacto positivo en el crecimiento económico y ayuda a reducir la pobreza”, señaló la Ministra.
Por otra parte, la máxima autoridad de la mujer en Paraguay indicó que en el MERCOSUR, el Comunicado Conjunto de Presidentes del semestre pasado bajo la Presidencia pro tempore de Paraguay subraya la necesidad de construir un sistema de comercio justo e inclusivo, que garantice la participación plena y efectiva de las mujeres en toda su diversidad y la igualdad de oportunidades para el ejercicio de actividades comerciales, así como el acceso al trabajo decente y la igualdad de remuneración entre las mujeres y hombres por trabajos de igual valor.
“Es sabido que las mujeres parten de condiciones de desigualdad y enfrentan barreras en todos los ámbitos, desde lo doméstico a los espacios públicos, y si bien las innovaciones normativas y de políticas públicas con la inserción de la perspectiva de género van otorgando en nuestros países y en la región, el marco de igualdad y derechos humanos, el ejercicio real y las prácticas institucionales y culturales, todavía evidencian brechas y flagelos, más incrementadas en áreas económicas y de poder”, explicó.
Igualmente, manifestó que el comercio internacional no dispone de datos que pudieran dar cuenta de la participación de las mujeres, como trabajadoras, productoras y consumidoras. “Se identifican restricciones normativas, arancelarias y no arancelarias que excluyen, limitan o desalientan la participación de las mujeres. Se visibilizan de vuelta los obstáculos que representan las tareas de cuidado y doméstica no remuneradas recargadas en el tiempo de las mujeres, lo que les impide dedicarse a generar ingresos o participar en espacios públicos de mayor escala”, indicó.
Asimismo, la Ministra de la Mujer, expresó que crear nuevos modelos de desarrollo y salir de la crisis pandémica, requiere más que nunca identificar desigualdades, brechas y flagelos particularmente de la población más excluida que son las mujeres. “Por tanto, la reactivación económica indispensablemente deberá otorgar espacio y fuerza a las mujeres”.
“La contención de la pandemia muestra que esa fuerza que estaba oculta pero que hoy sostiene toda la estructura social y principalmente en el cuidado emerge como una gran oportunidad. El cuidado se ha puesto en el centro: en las primeras filas del personal de blanco, en la manutención de los hogares, atención de adultos mayores, enfermos crónicos y ambulatorios, protegiendo a los más expuestos ante el COVID y a los niños y niñas, en la solidaridad comunitaria para compartir alimentos, agua y mantener a pesar de la pandemia redes para generar ingresos y soportar la economía de los hogares”, subrayó.