Los medios de comunicación y su rol contra la violencia


Los medios de comunicación social son importantes actores con un rol destacado en la conformación de sentido social y por ende en la consolidación de un país crítico y respetuoso de los derechos humanos de las mujeres.

Cumplen la función de informar todo lo que sucede a nuestro alrededor, sensibilizan y crean conciencia, movilizan provocan reacciones hacia cambios que esperan las sociedades. Penosamente los hechos de violencia hacia las mujeres forman parte de nuestra realidad que cotidianamente son transmitidas, y en ocasiones, también generados o promovidos por los propios comunicadores al tiempo de la presentación de la noticia y a través del trato discriminatorio hacia las mujeres.

También son alentadoras las reacciones sociales hacia la dignidad de las mujeres, de las que nos hacemos eco desde el Ministerio de la Mujer, para seguir trabajando en la instalación de una cultura igualitaria y libre de violencia. Los mecanismos institucionales se afianzan y requieren del acompañamiento de la sociedad en su conjunto y en especial de los medios para consolidar el valor público de la igualdad de las mujeres.

Los medios reflejan los “signos de los tiempos” y el momento del respeto y de la igualdad de las mujeres es una conquista sin retrocesos. En ese sentido, resulta imperioso entender que la violencia hacia las mujeres no es un suceso, sino un problema social estructural que requiere el involucramiento serio de todos los sectores, y particularmente de los medios de comunicación, que a través de sus periodistas o comunicadores sociales tienen la responsabilidad de ceñir su actuación a los preceptos legales y éticos que incidan positivamente en la necesaria transformación cultural para la erradicación de la violencia hacia las mujeres y niñas de nuestro país.

Tomar conciencia del impacto y consecuencias que los hechos de violencia, en sus distintas formas, generan en la vida de las mujeres y su familia, representa comprender la responsabilidad requerida para el abordaje o tratamiento de la información que las tenga de protagonista, evitando la violencia mediática que se materializa a través de las publicaciones, reproducción de mensajes, contenidos e imágenes estereotipados que promueven la cosificación y la naturalización de la violencia, así como los comentarios, expresiones u opiniones, verbales o escritas, de ofensa o insulto emitidas con el fin de descalificarlas, desacreditarlas o desvalorizarlas.

Para avanzar en propuestas periodísticas con mirada de género y Derechos Humanos de las mujeres, es fundamental redistribuir la palabra y construcciones de sentido en torno a las mujeres, repudiando y no tolerando las expresiones y acciones de violencia que las afecta en su dignidad, libertad, integridad y seguridad.

En Paraguay desde el 2016 (diciembre) se cuenta con la Ley Nº 5777 de “Protección Integral a las Mujeres, contra toda forma de Violencia”. De esta manera, el Estado paraguayo tiene una normativa para abordar la violencia contra las mujeres como un problema estructural de violación de derechos, que se expresa en valoraciones y prácticas de discriminación hacia las mujeres, por eso requiere un tratamiento desde distintos enfoques, ámbitos institucionales y diferentes herramientas de prevención, atención, protección, investigación y sanción.

Entre los tipos de violencia que cita esta Ley está:

Violencia mediática: que es la acción ejercida por los medios de comunicación social, a través de publicaciones u otras formas de difusión o reproducción de mensajes, contenidos e imágenes estereotipadas que promuevan la cosificación, sumisión o explotación de mujeres o que presenten a la violencia contra la mujer como una conducta aceptable. Se entenderá por “cosificación” a la acción de reducir a la mujer a la condición de cosa.

Violencia telemática: Es la acción por medio de la cual se difunden o publican mensajes, fotografías, audios, vídeos u otros que afecten la dignidad o intimidad de las mujeres a través de las actuales tecnologías de información y comunicación, incluido el uso de estos medios para promover la cosificación, sumisión o explotación de la mujer.

En el Artículo 35.- Medios de comunicación, menciona que los medios de comunicación social deberán garantizar el respeto a la dignidad e intimidad de las mujeres en situación de violencia y sus hijos, hijas y dependientes en la difusión de informaciones relativas a los hechos de violencia.

Por todo lo expuesto, instamos a los medios que sigan con su COMPROMISO de construir un país libre de violencia hacia las mujeres.


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